La leche que produce cada mamífero es específica para las crías de su especie y no de otras. El ser humano es el único en la naturaleza que ingiere leche procedente de otro animal transcurrido el período de lactancia.
No obstante, cada vez más expertos afirman que los lácteos no son adecuados para consumo humano por:
- Difícil metabolización de la lactosa por el déficit de lactasa en la edad adulta
- Tóxicos en la leche: puede estar contaminada por químicos, hormonas, antibióticos o pesticidas
- El exceso de proteínas de la leche influye en el avance de la osteoporosis. Investigaciones como las del Dr. Jean Seignalet, el Dr. John McDougall o el Proyecto Cornell Oxford-China demostraron que la leche animal desmineraliza a los adultos
- Cada vez hay más estudios que alertan de la posible relación entre consumo de leche y dolencias como: artritis, asma, enfermedad de Crohn, fatiga crónica, migrañas o colon irritable
- La caseína de la leche es una proteína viscosa que se puede adherir a los folículos linfáticos del intestino impidiendo la absorción de otros nutrientes
- La galactosa, uno de los azúcares de la leche, puede causar daños en el hígado, riñones, intestinos o sistema nervioso central
Sin embargo, los lácteos siguen encontrándose entre los alimentos de mayor consumo en el mundo. ¿Falta de información? ¿Qué tipo de leche o bebida vegetal consumes?
Consume responsablemente. Recuerda que somos lo que comemos y de ello depende tu salud