Nuestro sistema inmunitario es el “defensor” del organismo, es el médico interno que trabaja para mantenernos sanos. Hipócrates, padre de la medicina, enfatiza la capacidad del cuerpo de sanarse por sí solo.
“La fuerza natural dentro de cada uno de nosotros es el mayor sanador de todos”.
El sistema inmunitario está en constante actividad para garantizar la protección de nuestro organismo. Una depresión de este sistema conlleva a hiperreacciones inmunes (alergias), inmunopatologías (lupus, artritis reumatoide, psoriasis, etc.), e inmunodeficiencias.
Entonces nos preguntamos, ¿qué debilita nuestro sistema inmune?
- Emisiones y radiaciones: los aparatos eléctricos emiten radiaciones que distorsionan nuestro campo electromagnético y son potenciales debilitadores del sistema inmunitario.
- Alimentación: la deficiencia en la ingesta de nutrientes deprime el funcionamiento del sistema inmune. Si enfermas a menudo, ¡vigila tu dieta!
- Química en el entorno y alimentos: envases de plástico, pinturas, barnices, fibras sintéticas, conservantes, pesticidas, etc.
- Actitud y actividad: estrés, bajo estado de ánimo, sedentarismo o una negativa actitud personal provocan respuestas metabólicas que alteran el sistema inmunitario.
En el actual tiempo pandémico, tener un sistema inmune sano y equilibrado es sin duda la mejor prevención. Abandonar hábitos nocivos para el organismo, reducir las emisiones y radiaciones del entorno, una alimentación saludable y ecológica, la actividad física, la relajación o el “simple” hecho de dormir bien; garantizan en gran medida que nuestras defensas funcionen de la forma adecuada.
“La fuerza natural dentro de cada uno de nosotros es el mayor sanador de todos”.